Por qué tener un contrato de arrendamiento para tus inmuebles
Julio 7 de 2021Durante mucho tiempo los negocios se cerraban solo con la palabra. Actualmente, las palabras se las lleva el viento y es con el poder de lo escrito que se hace cumplir la ley. Ese es el caso del contrato de arriendo.
Este es un acuerdo que protege a las dos partes del proceso (propietario y arrendatario):
● A quien arrienda el inmueble para que no sean vulnerados sus derechos.
● Al propietario con el fin de que sea cuidado su bien de daños y se cumpla con el pago de la renta que es parte importante de los ingresos.
Ahora, te contaremos sobre la importancia de tener un contrato de arrendamiento que proteja tus intereses y hablaremos de otros aspectos que cuidarán tu propiedad e inversión sin que pierdas dinero.
Lo primero que debes saber es que un contrato de arrendamiento es un documento que se firma entre inquilino y propietario.
En este se incluyen todas las condiciones y responsabilidades a las que se compromete cada parte.
El porqué tener un contrato de arrendamiento para tus inmuebles es simple, te ayuda a dejar constancia de que entregas por un tiempo tu propiedad a cambio de un valor mensual o canon de arrendamiento.
El contrato de alquiler se contempla en el Artículo 1973 del Código Civil y es considerado un mecanismo legal que protege tu inmueble e intereses, pero también los derechos de los inquilinos.
¿Qué incluir en un acuerdo de renta de inmuebles?
Hay varios aspectos que deben incluirse, los más importantes son:
● Nombre del arrendador y arrendatario, así como sus datos generales y domicilio.
● Fecha de inicio del periodo de la renta.
● Monto mensual del arrendamiento.
● Ubicación y descripción del inmueble a arrendar.
● Penalización en caso de que el arrendatario incumpla el pago de la renta.
● Duración del contrato.
Un contrato de arrendamiento te dará tranquilidad como propietario y si no quieres enredarte con estos trámites, solo ven aquí y pon tus inmuebles en las mejores manos.
Tipos de contrato de arrendamiento de inmuebles:
Debemos aclarar que no es lo mismo arrendar una casa para que viva una familia que rentar un espacio para montar un negocio. Los tipos de contratos de arrendamiento dependen de acuerdo con el uso que se le vaya a dar a la propiedad.
A continuación, te explicamos los tipos de contrato de alquiler que puedes gestionar y los detalles de cada uno.
Contrato de arriendo de vivienda urbana:
En este tipo de contrato de arrendamiento las partes se obligan mutuamente. Una, a entregar un inmueble urbano destinado a vivienda, total o parcialmente; y la otra, a pagar un precio determinado. El contrato de arriendo está contemplado en la Ley 820 de 2003 y se clasifica en:
● Individual: una o varias personas usarán el inmueble como vivienda con su familia.
● Mancomunado: dos o más personas naturales reciben el goce de un inmueble o parte de él y se comprometen solidariamente al pago de su precio.
● Compartido: cuando el inmueble se comparte con el arrendador o con otros arrendatarios.
● De pensión: se realiza sobre una parte de la propiedad. Es el caso del alquiler de una habitación con servicios y adicionales.
Contrato de arrendamiento para locales comerciales:
Un contrato de renta de locales comerciales es un acuerdo de voluntades entre el propietario del inmueble y la persona que va a utilizarlo. En este caso, queda claro que no se usará como vivienda sino para desarrollar una actividad económica comercial en él. En esta negociación hay más libertad de definir los términos del contrato con el inquilino. Te recomendamos dejar todo por escrito para evitar cualquier contratiempo en el futuro.
Principales problemas al poner tu inmueble en arriendo y cómo solucionarlos:
En muchos casos los desacuerdos y conflictos que pueden darse con tu inquilino se deben al incumplimiento de las obligaciones pactadas dentro del contrato de arrendamiento.
Por ejemplo:
● No pagar el precio de la renta en los plazos acordados.
Solución: Pedir documentos que certifiquen los ingresos mensuales de quien toma el inmueble. La figura del fiador o fiadores es oportuna en estas situaciones.
● Dañar el bien arrendado.
Solución: Realizar un inventario y un estudio de la vivienda antes de entregarla y mostrárselo al inquilino.
● Incumplir con las normas del reglamento de propiedad horizontal o de convivencia.
Solución: Diálogo directo con el inquilino para pedirle rectificar su comportamiento, de lo contrario, se puede terminar el contrato.
● No hacer las reparaciones locativas (las que se dan por el uso normal del inmueble) y otras acordadas en el contrato.
Solución: Cuando el inmueble está en muy mal estado y el arrendatario se niega a ocuparse de las reparaciones, por ley debe indemnizar al arrendador por los daños.
Por estas razones se hace necesario contar con una inmobiliaria de confianza que te dé apoyo en todo el proceso de arrendamiento y se encargue de tomar las medidas necesarias para evitar estos inconvenientes.
El contrato de arriendo es un documento que debes elaborar con cuidado, validando las cláusulas adecuadas que protejan tu inmueble y renta. Es un convenio justo en el que las dos partes dejan claro sus obligaciones y, también, a qué tienen derecho. Si bien existen formatos para hacer un contrato de arriendo, es mejor no arriesgar tu patrimonio, crea un documento con todos los requerimientos de ley para que protejas tu propiedad al momento de arrendarlo.